De camino por chapinero, intentamos coordinar la creatividad, el clima y la escritura para producir un texto corto. En esta oportunidad compartimos el resultado de algunas participantes del taller. Donde nuestro entorno hace parte de la escritura y también la cotidianidad se toma como fuente de inspiración para los textos. desde personajes hasta sensaciones, estos cuentos buscan acercarnos a lo común de un paseo por chapinero.
Foto por Ángela Rojas.
Caminante.
Lucia Cortés
Es una tarde gris, sin lluvia, no se siente bien en los corazones. El viento roza por mis orejas mientras observo a un hombre de chaleco azul el cual pasa velozmente por el parque. Lleva unas gafas oscuras a pesar del clima de mierda y su rostro me dice que no va muy contento. Cuando me dispongo a seguirlo, observo a dos monjas que caminan hacia él, sonríen, siento que algo traman. Una de ellas se va, cruza rápidamente la calle y la pierdo de vista para siempre. Voy hacia el lugar del que provenían las monjas. Un lugar que me hace sentir frío. Una edificación antigua que se mezcla con el perfume barato y el sudor de las personas que paso a paso avanzan en una fila. Un hombre muy sucio sale gritando de aquel lugar, al levantar mi cabeza aterrado siento patadas en la espalda, así que me retiro velozmente por donde llegué. Acostumbrado a la crueldad del mundo me aventuro entre los árboles a jugar con las palomas, recordando como en otra época alguien me acariciaba. Entre las nubes de polvo que vuelan con el movimiento de mis patas veo aun su dulce rostro. Levanto el hocico. Huele a pollo y limón.
Foto por Ángela Rojas
¡REGALÍAS!
Laura Lozano.
recuerdo el ruido de la maquina Olivetti mientras la secretaria escribía en una pequeña mesa con cajones minúsculos. Encima de ella, se encontraban documentos públicos y un libro que decía filosofía del derecho. Un olor a pollo frito con miel llegaba delicadamente hasta mi nariz.
No estar allí y no volver a sentir todo aquello y saber cómo la gente me mira mientras gritó regalías en la calle al lado de aquella iglesia vieja con aspecto gótico.
Salen de ella todo tipo de creyentes, sus aspectos varían, todos me miran raro y dicen tener a un dios en su corazón, realmente prefería esa vieja notaria con olor a humedad, al lado de esa barbería con apariencia de los años cincuenta, a esta calle sucia llena de gente por todos lados.